80 años de servicio: la historia del Cuerpo de Bomberos de Pichilemu

Este sábado, Pichilemu conmemorará uno de los hitos más significativos de su vida comunitaria: el 80° aniversario del Cuerpo de Bomberos, institución que desde 1945 ha sido sinónimo de sacrificio, disciplina, solidaridad y entrega. Ocho décadas después de su fundación, la historia de los bomberos pichileminos se entrelaza con el desarrollo mismo de la comuna, sus tragedias, sus logros y la construcción de un sentido de identidad local que ha perdurado en el tiempo. Pero para entender esta celebración, es necesario viajar a los orígenes, a la noche que lo cambió todo.

El incendio que despertó a un pueblo

El 30 de noviembre de 1945, Pichilemu celebraba la coronación de la reina de las fiestas primaverales en el teatro Royal. El ambiente era festivo: vecinos, turistas y familias completas asistían a un espectáculo donde incluso se había presentado un sketch humorístico protagonizado por un bombero.

Concluida la velada, mientras el público abandonaba el teatro, comenzó a circular un rumor desconcertante: la casa de la joven coronada, Margarita Espinoza Moreno, estaba ardiendo. Algunos dudaron. Era posible que se tratara de una broma de mal gusto, especialmente después de la presentación teatral de esa misma noche.

Pero el siniestro era real.

Las llamas se habían iniciado en el almacén La Ligua, de los hermanos Catalán, ubicado en calle Aníbal Pinto. El fuego avanzó con violencia hacia la quinta Las Brisas y otras construcciones cercanas. Los vecinos, sin más recursos que baldes, palas y una enorme determinación, se organizaron espontáneamente para combatir el incendio. Tras horas de trabajo, el fuego fue controlado, aunque al día siguiente aún ardían maderas y mercaderías entre los escombros.

Esa noche dejó una profunda enseñanza: Pichilemu necesitaba un cuerpo de bomberos.

Bomberos en los años 1950.

La fundación: 4 de diciembre de 1945

Cuatro días después, el alcalde Armando Caroca Rojas convocó a una reunión histórica en la oficina del secretario municipal, Carlos Rojas Pavez. Allí, bajo la presidencia del subdelegado Pedro Avendaño Carrillo, un grupo de vecinos decidió fundar el Cuerpo de Bomberos de Pichilemu.

Entre ellos estaban figuras emblemáticas de la comunidad: Víctor Orellana, Manuel y Lino Vargas, Óscar Jara, Manuel Córdova Morales, Augusto Montalva, Alfonso Pérez, Raimundo Cabrera, Modesto Carreño, Carlos Echazarreta Larraín, Gustavo Ureta, entre muchos otros.

El acta fundacional fijó tres acuerdos esenciales: constituirse en cuerpo de voluntarios para proteger vidas y propiedades; adoptar la organización de los cuerpos existentes en el país; crear una Primera Compañía bajo el lema “Abnegación y Disciplina”.

El primer directorio quedó encabezado por Óscar Jara como director y Teobaldo Liberona como capitán. Como superintendente honorario fue designado el alcalde Caroca Rojas.

El maquinista Mario Bustamante desfilando.

Los primeros años

Las primeras décadas fueron una lucha permanente contra la carencia de recursos.

Los bomberos enfrentaban incendios sin carros bomba, sin mangueras adecuadas y utilizando agua de norias o grifos cuando existían. Su capacidad operativa dependía casi exclusivamente de la voluntad y el esfuerzo físico de sus voluntarios.

En 1951, la institución reunió dinero—entre cuotas y donaciones—para confeccionar las primeras casacas rojas. Los pantalones blancos y zapatos negros debieron comprarlos los propios voluntarios. Las hachas para demoliciones fueron adquiridas con enormes sacrificios económicos.

En 1956 llegó uno de los avances más simbólicos: la primera sirena, encargada en Alemania, que se instaló en calle Aníbal Pinto y cuya voz potente marcó por décadas las emergencias y el tradicional toque de mediodía.

Construir un cuartel fue un desafío que acompañó a los bomberos durante años. En 1952 se adquirió un terreno en Aníbal Pinto, pero pronto se evidenció que no era apto para la salida de vehículos. En 1953 la Municipalidad intentó donar otro terreno, pero el proceso se frustró. Finalmente, en 1957, se concretó la compra de la casa de Antonio Figari Stagno, en calle San Antonio. Su valor total fue de dos millones de pesos, pagados en parte al contado. Esta infraestructura se convirtió, por primera vez, en el hogar institucional de Bomberos de Pichilemu.

Gracias a las gestiones del superintendente Alfio Magnolfi Vignolini y del abogado Guillermo Yori Luppi, el 20 de abril de 1953 el cuerpo obtuvo personalidad jurídica mediante el decreto firmado por el presidente Carlos Ibáñez del Campo. Esto permitió acceder a subvenciones y formalizar el funcionamiento interno.

El 18 de septiembre de 1951, Bomberos desfiló por primera vez en la avenida Ortúzar con sus flamantes uniformes. Más de 30 voluntarios participaron en una presentación que maravilló al público.

El primer carro bomba de Bomberos de Pichilemu.

Modernización de la institución

A partir de la década de 1970 comenzó un proceso de crecimiento institucional sostenido. Modesto Carreño fue superintendente entre 1970 y 1992, y en ese cargoimpulsó cambios fundamentales, como la profesionalización del servicio, la creación de la brigada femenina (1980), adquisición de carros y equipos, como el estanque Renault Camiva, y la compra de una camioneta para el cincuentenario.

En 1999 se fundó la Segunda Compañía de Cáhuil para dar cobertura al extenso sector sur de la comuna. Con 18 voluntarios en 2017, incorporó un carro forestal dos años antes, y adquirió un terreno para un futuro cuartel propio.

Con apoyo municipal se adquirieron cascos, trajes, un compresor, un furgón y otro vehículo para Cáhuil. También se proyectó la ampliación del cuartel central.

Resultado del trabajo de una brigada consolidada, en 2023 se estableció la Tercera Compañía de Bomberos de Pichilemu en Villa Mar Azul, en avenida Cáhuil, respondiendo a las necesidades del creciente sector sur-oriente. Ese mismo año se instaló la brigada de Cardonal, futura Cuarta Compañía, con 28 integrantes y dirección de Daniel Hidalgo Torres, surgiendo para mejorar la capacidad de respuesta en el sector norte rural.

Brigada Femenina de Bomberos de Pichilemu.

Ocho décadas de historia

El Cuerpo de Bomberos de Pichilemu celebra su 80.° aniversario con una historia hecha de sacrificio silencioso, de noches frías combatiendo incendios, de amaneceres entregando apoyo a familias sin hogar, de tardes atendiendo emergencias forestales, de compromiso verdadero. Aquella noche de 1945, cuando un gran incendio despertó al pueblo a la urgencia de organizarse, marcó el inicio de una tradición de servicio que ha acompañado cada generación hasta hoy.

Celebrar 80 años es también honrar a los voluntarios que dieron su vida, a quienes sirvieron por décadas, a quienes recién comienzan y a quienes sostienen el espíritu bomberil desde las brigadas. Los bomberos son, en esencia, un retrato vivo de la solidaridad de Pichilemu.

Hoy, al celebrar ocho décadas de vida, la reflexión que queda es profunda: los bomberos encarnan esa vocación de servicio desinteresado que inspira y convoca. Honrarlos es reconocer que, gracias a su entrega, Pichilemu es un lugar más seguro, más humano y más consciente de que el valor colectivo siempre nace del compromiso individual.

Reunión del directorio del Cuerpo de Bomberos en 2005.