Antes de Memoria
En marzo de 2013, con solo dieciocho años y recién egresado de enseñanza media del Colegio de la Preciosa Sangre de Pichilemu, Diego Grez Cañete llega a Santiago para iniciar sus estudios de administración pública en la Universidad de Chile. Sus primeros días en la universidad fueron muy intensos y, la verdad, no le dejaron mucho tiempo para pensar en otra cosa que levantarse temprano, tomar el metro para llegar hasta la estación La Moneda, caminar un par de cuadras para pasar todo el día dentro de las pequeñas aulas de la temporal sede de la Escuela de Gobierno, y luego, el largo y agotador camino de vuelta a casa en el tren subterráneo abarrotado de personas.
En la universidad conoció a un curicano, Kevin Figueroa, quien se volvió un gran compañero en aquellos meses que pasó en Santiago. Él ya tenía algo de experiencia, pues había llegado un año antes a estudiar a la USACH (Universidad de Santiago de Chile), y conocía bien la ciudad. Con él visitó por primera vez la Biblioteca Nacional, donde quedó impresionado al conocer sus impresionantes colecciones, que comprenden la gran mayoría de libros, revistas, periódicos e incluso música, producidos en el país y que son depositados en ella legalmente.
A Diego le interesaba mucho la historia de Pichilemu, conocer cómo surgió el balneario, quiénes fueron sus artífices, etc. Cuando aún estaba en el colegio, escribió muchos artículos sobre estos temas, los cuales publicó en la Wikipedia en inglés, donde solía colaborar. Así, aparecieron artículos sobre Agustín Ross, los monumentos nacionales, los alcaldes, las localidades, en fin, todo tipo de cosas sobre Pichilemu. Hubo algunos a quienes no les gustaba su fascinación con su ciudad de residencia y, eventualmente, dejó de colaborar en esa enciclopedia, pero aún sobreviven muchos de sus antiguos escritos, cuyas fuentes no eran otra cosa que sitios web como el portal pichilemunews, donde el historiador local Antonio Saldías González (quien escribía con el seudónimo Don Antonio de Petrel) publicó muchas crónicas que fueron muy útiles.
Naturalmente, lo primero que buscó en la Biblioteca Nacional de Chile fueron libros y periódicos de Pichilemu. Así tuvo en sus manos por primera vez muchos textos que antes solo conocía por nombre. También aprendió a usar las máquinas de microfilm, donde podían proyectarse los contenidos de esos rollos con cientos de reproducciones de antiguas publicaciones, como El Puerto y El Marino. En esos días ya de abril de 2013, fue asiduamente todos los días hasta completar una fotocopia de todos los ejemplares disponibles del periódico Pichilemu, que comprendían los años entre 1986 y 1989 (solo permitían sacar cincuenta fotocopias al día, por lo que demoró varias jornadas tener la colección completa). Además, pidió prestado en el Instituto de Asuntos Públicos de la universidad un ejemplar del libro de Saldías “Pichilemu: mis fuentes de información” (1990), el que digitalizó para consultarlo cuando quisiera. Así, en poco tiempo, logró reunir bastante material con el que pensaba redactar nuevos textos sobre Pichilemu para algún día difundirlos en internet.
“Desde hace varios años que me interesé en conocer la historia del lugar que me vio crecer, Pichilemu. Nuestra comuna se configuró con los años como un lugar interesante, intrigante. Pero no había nada ni nadie que realmente estuviera interesado en difundir el legado de Pichilemu, en línea, y con real ahínco. Esto era algo en lo que yo podía aportar: contribuir en resguardar la historia de nuestro queridísimo terruño”.
“Primer aniversario, una meta cumplida”, Memoria Pichilemina, 30 de abril de 2014.
Nace el portal Con loh terroristah
En la noche del 30 de abril de 2013 y en su transitorio domicilio de La Cisterna, adquirió un dominio web que llevó por nombre conlohterroristah.com. En ese momento no tenía idea de qué quería hacer con el sitio web que allí implementaría, de ahí el nombre de corte experimental, nunca pensado como definitivo. Con loh terroristah no era precisamente una alegoría al terrorismo, sino que fue tomado de la canción del género trap “Harlem shake” de Baauer, popular por aquellos tiempos, y que utilizaba el sample de algún tema del reguetonero puertoriqueño Héctor “El Father”, quien exclamaba con la voz distorsionada “Con loh terroristah, tah, tah…”.
Esa misma noche, con el software WordPress, inauguró el sitio web con la curiosa denominación antedicha. El eslogan “Terroristas de la historia” fue producto de que las primeras publicaciones que realizó fueron transcripciones de documentos históricos sobre Pichilemu. El artículo fundacional, aparecido aún en la noche del 30 de abril, fue la biografía del hacendado y exdiputado Daniel Ortúzar Cuevas, escrita por José Luis Coo Lyon en 1988 y recopilada por Antonio Saldías en el ya mencionado libro “Pichilemu: mis fuentes de información”. Le siguió otro texto compilado en el mismo libro, el artículo “Centenario de don Agustín Ross”, publicado en El Mercurio en 1944. Así, siguió la partida de bautismo del cardenal Caro, el acta de la sesión preparatoria de la Municipalidad de Pichilemu, así como la sesión de instalación de mayo de 1894, una biografía del primer alcalde de Pichilemu, José María Caro Martínez, todos tomados, al igual que los anteriores, de “Pichilemu: mis fuentes de información”, concluyendo con dos extractos de otro libro de Antonio Saldías, “Litueche, antes El Rosario”, que consistían en una semblanza del municipio de esa comuna. Todo lo anterior fue publicado con fecha 1 de mayo de 2013.
En la misma jornada de 1 de mayo se implementó un “archivo digital” que declaró la intención de “conservar sitios web que sean de interés para generaciones venideras. Sitios de medios de comunicación, gobiernos locales, servicios turísticos, etc. serán incluidos en el archivo de Con loh terroristah”. Solo se agregó un portal archivado: la antigua dirección del medio de comunicación local pichilemunews. Por otra parte, el naciente Con loh terroristah declaró sus objetivos: “Inspirado en el sitio web Memoria Chilena de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos de Chile (DIBAM), busca reunir antecedentes históricos de nuestra historia como comuna, desde sus orígenes hasta la actualidad. Documentos de diversa índole, algunos transcritos, se reunirán en este espacio totalmente dedicado a ello”. Con lo anterior, se invitó a la comunidad a remitir sus materiales por correo electrónico, fueran históricos (en un sentido amplio) o no.
Memoria Pichilemina para resguardar nuestra historia
Como el nombre del portal Con loh terroristah era inapropiado para el objetivo y las intenciones propuestas, se debió rectificar prontamente. La inspiración en el sitio Memoria Chilena motivó el renombrado a Memoria Pichilemina casi inmediatamente. La página de Facebook, donde se difundirían los contenidos, fue creada con ese título el 1 de mayo. El eslogan pasó a ser “Resguardando la historia de Pichilemu, Chile”, posteriormente “Resguardando nuestra historia”. No se realizaron nuevas publicaciones mientras el sitio se mantuvo bajo el dominio con la accidental alusión a unos subversivos imaginarios. El 21 de junio de 2013 se asentó en la nueva dirección memoriapichilemina.org. “Memoria Pichilemina, iniciada el 30 de abril y reactivada el 21 de junio de 2013”, rezaba el nuevo portal. Al compartirlo en Facebook agregó el comentario: “Nueva dirección algo más formal :-)”. Entonces, Grez volvió a la carga con nuevos contenidos en el estilo del portal de la DIBAM. Los primeros fueron los dos ejemplares sobrevivientes del periódico El Puerto de 1908, primer medio de comunicación de Pichilemu, digitalizados y disponibles por primera vez en internet, logrando remover aquellas borrosas líneas entintadas del olvido en que estaban en los estantes de la biblioteca santiaguina.
“Contra la costumbre general en toda publicación nueva, no hacemos aquí una descripción de nuestro programa de trabajo: los hechos comprobarán nuestra participación en las luchas por el progreso”, declaraba Augusto Ramírez Olivares, el comunicador sanfernandino que dio a la luz pública aquel antiguo tabloide. “Las palabras de Ramírez, las nobles intenciones del periodismo provinciano escritas en aquellas letras, resonaron en mi interior – aún lo hacen hoy”, escribió Diego Grez en 2023.
Luego de la digitalización de El Puerto y otros periódicos locales como El Progreso y Pichilemu se publicaron transcripciones de artículos antiguos y contemporáneos sobre la comuna, como el recorte “Vistas de Pichilemu” de la revista Zig-Zag de 1909, en que figura el actual centro cultural aún en construcción. La mayoría de estas digitalizaciones fueron posibles gracias a fotocopias obtenidas en la Biblioteca Nacional, aunque los primeros ejemplares del Pichilemu fueron facilitados, también en fotocopias, por Antonio Saldías González.
En julio de 2013, Diego Grez, el fundador del portal Memoria Pichilemina, publicó su primer artículo en El Expreso de la Costa, dedicado a la vida y obra del primer alcalde de Pichilemu José María Caro Martínez, siendo también este el primer texto original del sitio web. Nuevos escritos fueron apareciendo en los siguientes meses no solo en Memoria Pichilemina y en El Expreso, sino que también en otros medios como El Libertador de Rancagua y El Cóndor de Santa Cruz, en los cuales inició su colaboración en septiembre con el artículo “De un poeta pichilemino: ‘Clima de anclas’”, sobre el poeta y profesor nacido en Topocalma Luis Gaona Acuña.
El 24 de octubre de 2013, tras un breve receso, se anuncia: “comenzaré a subir nuevos contenidos sobre la historia de Pichilemu, Colchagua y la región en general. Además, es probable que el sitio experimente algunos cambios en su apariencia. Gracias por seguir a Memoria Pichilemina en Facebook, Twitter”. Una semana después se inició la sección “En un día como hoy”, recopilando diariamente portadas de periódicos antiguos, y el 4 de noviembre del mismo año Memoria Pichilemina adquirió su primer logotipo, cambio que vino con un rediseño total del portal web. En la misma fecha se comenzó la publicación de noticias, aunque de forma irregular, siendo el primer artículo de este tipo el obituario del empresario Carlos von Unger, de fecha 5 de noviembre. Ese mes también se dio cobertura a la elección presidencial, parlamentaria y de consejeros regionales, y al 4.° carnaval La Ola Cultural. En diciembre apareció un reportaje sobre el hijo de un conocido empresario pichilemino, quien burló el sistema de acreditación de becas para su beneficio, nota que fue muy leída y que motivó una investigación por parte de la secretaría regional ministerial de Educación. El enfoque principal del sitio web, sin embargo, siguió siendo la difusión de informaciones y documentos de carácter histórico, al menos durante algunos meses.
#NoMásPuntillazos: la campaña del verano de 2014
Durante el verano de 2014, los recurrentes desórdenes públicos ocurridos en Infiernillo, como consecuencia de fiestas cada noche en la playa La Caletilla, terminaron por cansar a los Vecinos del lugar quienes alzaron la voz a través de una carta pública en que rogaban a las autoridades locales poner coto. Las grandes cantidades de basura que los jóvenes participantes de los denominados “puntillazos” eran el aspecto más nefasto de la situación, y el más duramente criticado por los pichileminos. “Este desborde juvenil ha sido insoportable, todo fuera de control”, dicen Verónica Ilabaca y Juan Arce, agregando que había “jóvenes bebiendo de manera descontrolada, drogándose, teniendo sexo a vista de todo el mundo, venta de alcohol, intentos de violación, asaltos, robos, ingresos a domicilio […] Esto es tierra de nadie, no hay ningún control policial”.
Con el objeto de reforzar el llamado hecho por los dirigentes de Infiernillo, el 24 de febrero de ese año Memoria Pichilemina inició la recolección digital de firmas para una carta en que se demandaría solución al problema: “Los denominados ‘puntillazos’ este año han sobrepasados todos los límites. El malestar de los vecinos del sector de la playa La Caletilla y de los pichileminos en general es evidente, pues estas fiestas espontáneas interrumpen y atentan contra la tranquilidad que históricamente ha caracterizado a Pichilemu. Es hora de que las autoridades tomen acciones con mano dura para detener a los vándalos que contaminan la playa y, de paso, ensucian el nombre de Pichilemu con los diferentes numeritos que ocurren allí cada noche”.
Usando el hashtag #NoMásPuntillazos, este sitio web inició una campaña que tuvo gran repercusión y que sería replicada por numerosos otros portales, medios escritos regionales y nacionales, incluso por el canal de TV Chilevisión. En El Rancagüino se escribió el 26 de febrero: “Los vecinos y amantes de Pichilemu buscan acabar con los denominados ‘puntillazos’; es por ello que están reuniendo firmas para acabar con esta práctica a través del hashtag #NoMásPuntillazos. Sin duda los pichileminos están cansados de esta situación, que también temen afecte el posicionamiento turístico que han logrado alcanzar, motor principal de su economía”. Ese mismo día se inició la difusión de la “Carta a las autoridades: #NoMásPuntillazos”, habiéndose conseguido exitosamente un total de 800 firmas de adhesión. “Espero que todo este apoyo les sea importante a ustedes para que tomen acciones ya, y que los ‘puntillazos’ no sigan sucediendo, ni se siga dañando a un lugar tan hermoso como es la playa La Caletilla y nuestra comuna. Está en vuestras manos salvar esta playa. ¡La Caletilla no debe ser un basural”, reza la conclusión de la misiva dirigida al alcalde y concejales de la municipalidad de Pichilemu, además del gobernador provincial de Cardenal Caro. “No se ha sabido de una respuesta por parte de las autoridades a esta carta. Tal vez ya de vuelta de vacaciones se realizarán las evaluaciones correspondientes y podría conocerse una respuesta”, reflexionaba El Expreso de la Costa en su edición de marzo de ese año.
Primer aniversario
En anticipo de la conmemoración del primer año de existencia, Memoria Pichilemina anunció el 16 de abril la publicación de nuevos documentos históricos digitalizados, incluyendo todas las ediciones de El Marino de 1917 y parte de La Evolución de Alcones. El 22 de abril adquirió un nuevo logotipo, esta vez compuesto solo por las palabras de su título en una tipografía de estilo gótico, á-la-New York Times. Ocho días después, el director del portal reflexiona en la editorial “Primer aniversario, una meta cumplida”: “La respuesta fue gratamente satisfactoria. […] Con los meses, Memoria Pichilemina se consolidó como una verdadera fuente de información de la historia de Pichilemu, y también de algunos otros rincones que alguna vez abarcó la provincia de Colchagua. La historia nos describe, la historia nos define, la historia nos cuenta quiénes somos, de dónde venimos e incluso hacia dónde vamos. Su importancia es vital. Memoria Pichilemina ha concebido eso como su principal objetivo y sus seguidores así lo han entendido”. Agrega: “Debe ser también un instrumento para nuestro futuro. Un mensajero respetuoso del quehacer ciudadano y político. Hoy y mañana. Por todo esto me siento contento, pues Memoria Pichilemina ha cumplido el objetivo que le planteé, y lo seguirá cumpliendo. La cultura debe ocupar un lugar importante de nuestro diario vivir. […] [El sitio] buscará siempre el
bien para nuestra comunidad. Es un compromiso. Memoria Pichilemina cumplió su primer año y seguirá cumpliendo muchos más gracias a su apoyo. Gracias de corazón”.
Los periódicos El Expreso de la Costa y La Voz de la Región publicaron notas conmemorando el hito del sitio web. El primero dice: “‘Un pueblo que desconoce su pasado es un pueblo muerto’ fue la principal motivación que tuvo nuestro columnista y colaborador Diego Grez Cañete” para crear el portal “que acaba de cumplir en la red y donde se pueden encontrar una serie de artículos y fotografías que nos muestran innumerables pasajes de nuestra historia”. En tanto, La Voz de la Región dice que Memoria es un “espacio de convergencia de jóvenes y adultos que pueden ir conociendo y aprendiendo del lugar en el que viven”.
Pronto comenzarían las renovaciones en Memoria Pichilemina. El 13 de mayo se publicó digitalmente la edición N.° 34 de El Marino, “periódico cultural de la provincia”, recuperando del olvido al medio de 1917 y exclamando en su portada “¡¡El Marino está de vuelta!! Tras un largo receso de más de 97 años, El Marino está de regreso en Pichilemu, pero de forma online”. A través de sus páginas se lee una reseña biográfica de su fundador, Augusto Ramírez; una crónica de la gestión alcaldicia de Carlos Rojas Pavez; y un homenaje al recientemente fallecido exgobernador de Cardenal Caro, Hernán Vieira Herrera. Fue una edición única, aunque El Marino pronto volvería a estar presente en el novato portal web.
Transformación en periódico cultural
En junio se tomó la resolución de convertir a Memoria Pichilemina en un periódico digital enfocado en asuntos culturales, con el objetivo de obtener financiamiento estatal a través del Fondo de Fomento de Medios de Comunicación. Así, el día 3 de ese mes el portal cambió de dominio web, trasladándose al definitivo memoriapichilemina.cl. Al día siguiente se cumplió con el artículo 11 de la Ley N.° 19.733, informando a la gobernación provincial de Cardenal Caro la creación y puesta en marcha del nuevo medio de comunicación, señalando como su propietario y director a Diego Grez Cañete, estudiante de licenciatura en historia, y como subdirectora a Berta Alicia Grez Cañete, fijando el domicilio en Sebastián Elcano 1133, Pichilemu. La gobernadora Teresa Núñez Cornejo remitió este antecedente el 9 de junio a la directora de la Biblioteca Nacional, Ana Tironi Berríos. El 5 de junio se hizo entrega a dicha institución de dos discos conteniendo todo el material publicado en el sitio web desde su creación, y tres días más tarde se anunció su ingreso al depósito legal electrónico de la Biblioteca Nacional para su conservación.
Durante ese mes se retiró todo el contenido que no fue generado por Memoria Pichilemina y se trasladó a un nuevo sitio llamado “Archivo Histórico”, donde quedaron accesibles los documentos recopilados inicialmente. Nuevos contenidos comenzaron a nutrir el renovado periódico digital: se reeditaron crónicas del investigador local Antonio Saldías González, originalmente aparecidas en el periódico Pichilemu; se prosiguió con la publicación de textos originales sobre la historia de Pichilemu; se creó la sección “Memoria folclórica”, con grabaciones sonoras de folcloristas como Pedro Pablo Pavez Caro; se inició una versión en inglés, que tuvo corta permanencia; fue implementado un portal para publicación de avisos legales; se adoptó el eslogan “Periódico cultural de Cardenal Caro”, y el 29 de junio, una nueva apariencia. Por estas fechas, Memoria Pichilemina dice ser un medio de comunicación social que nació en 2013 con el objetivo de rescatar la identidad de Pichilemu y sus alrededores, y difundir noticias y contenidos culturales. Además, dice ser un medio apolítico, que busca encontrar la verdad de la historia y de la identidad local, y también ser un lugar de propuestas para el mejoramiento de la ciudad. En julio se crea la sección “Memorias de un Hijo Ilustre”, con colaboraciones de un escritor santiaguino radicado en Alemania, sumándose también los espacios “Fue ayer”, “Me gusta Pichilemu” y “Minibiografías”. Más adelante, en septiembre, el diario acorta su nombre a Memoria y su eslogan es “Un diario por el progreso de Cardenal Caro”.
Fin de la jornada y un largo receso
El proyecto que postuló Memoria Pichilemina al Fondo de Medios 2014 llevó por título “Rescatando la historia política de Cardenal Caro” y su objetivo era establecer un sitio web con el software MediaWiki, el mismo que utiliza Wikipedia, para recopilar biografías y datos sobre las personas que han ejercido posiciones públicas en la provincia. “Se contemplaba la recopilación de constituciones municipales desde la creación de las comunas, obras realizadas por estas [corporaciones], además de entrevistas con exautoridades cuando fuese posible, para exponer de primera fuente los hechos que ocurrieron en estas comunas costeras”, decía el director de Memoria Pichilemina. Sin embargo, la iniciativa no logró adjudicarse recursos y motivó el cierre del diario digital. “Nos esmeramos en presentar un buen proyecto para poder salvar financieramente nuestro medio de comunicación, que lleva casi un año y medio en las redes. No generamos ningún tipo de ingresos a partir del diario digital, solo lo hacíamos por ‘amor al arte’, pero en los últimos meses los costos de mantención nos estaban excediendo. Desde el martes 23 Memoria Pichilemina ha cesado sus publicaciones”, expresa Grez en una carta dirigida a la entonces intendenta regional, Morín Contreras, para apelar el resultado del concurso, sin éxito.
El anuncio del término de circulación lleva por título “Hasta pronto” y reza: “Desde hoy, 23 de septiembre de 2014, Memoria Pichilemina cesa sus publicaciones en forma indefinida. Ha sido una decisión muy triste, pero es necesaria. Razones principalmente financieras nos obligan a tomar esta determinación. Memoria Pichilemina, en sus 511 días de vida, fue visitado por miles de personas de todo el mundo, pero a pesar de eso no logró atraer avisaje. Fue un proyecto en el que invertí muchísimo tiempo, cariño, y por sobre todo, dedicación, de lo que no me arrepiento, sino muy por el contrario, he aprendido mucho, y también conocido a grandes personas. Memoria Pichilemina fue también el portavoz de una gran demanda ciudadana, #NoMásPuntillazos, que aparentemente ya está teniendo resultados tangibles. Pero también fue testigo este medio de situaciones ingratas: el descrédito, los ataques personales y la calumnia. Pero todo eso es parte del proceso de crecer”. Concluye el director Grez: “Esperamos estar de vuelta más temprano que tarde. Ojalá así sea, y podamos seguir siendo un aporte para la gente de nuestra provincia Cardenal Caro, tan vilipendiada como menospreciada en esta ingrata región”.
Durante las próximas dos semanas, y habiendo asegurado la provisión de servicios publicitarios a algunos comerciantes locales, se realizó la planificación y puesta en marcha de una nueva etapa para Memoria Pichilemina, que adquiriría una nueva identidad. El 6 de octubre de 2014 se lanza El Marino, en honor al antiguo periódico pichilemino y declarándose como su heredero, “la continuación de la sección de noticias del sitio web Memoria Pichilemina”, portal que “volverá a su propósito inicial, servir como un repositorio de documentos históricos para un mejor conocimiento de Pichilemu y la zona”, aunque se anunció la inclusión de los archivos noticiosos de desaparecidos medios escritos de la provincia Cardenal Caro como El Cometa de Paredones y El Progreso de Matanzas.
Algún tiempo después, en agosto de 2015, se anunció el restablecimiento del sitio web Memoria Pichilemina, contando con nuevo material como fotografías inéditas, libros digitalizados que “ayudarán a acercar la cultura a la comunidad de una forma en que hace algunos años o décadas hubiera sido impensado, gracias al internet”, dijo el director de El Marino Diego Grez, añadiendo que “la gente tiene derecho a conocer de manera rápida y fácil su historia”. El nuevo portal llevó por eslogan “Un pueblo sin memoria es un pueblo sin futuro”, y comprendió secciones dedicadas a documentos municipales, música local, fotografías, libros, periódicos, revistas, escritos inéditos y grabaciones radiales. El proyecto debió ser suspendido nuevamente el 20 de agosto de 2016.
Restablecimiento del sitio web
En 2022 se constituyó en Pichilemu la Fundación Cultural Región de Colchagua, siendo uno de sus objetivos la promoción de la historia, cultura e identidad de todo el territorio de Colchagua y Cardenal Caro, incluyendo por cierto a Pichilemu. Su presidente es Diego Grez, quien puso a disposición de la institución el antiguo portal Memoria Pichilemina para restablecerlo y que vuelva a prestar un servicio cultural a la comunidad. Los directores acordaron incorporar esta idea en el proyecto de solicitud de subvención a la Ilustre Municipalidad de Pichilemu presentado en 2023, y fue reiterado en 2024 por no tener respuesta la anterior petición.
El Concejo Municipal de Pichilemu, en su sesión celebrada el 1 de octubre de 2024, aprobó la solicitud de subvención para el proyecto «Pichilemu: una mirada a su historia y cultura». La Fundación agradece el apoyo brindado por el Concejo, integrado en ese momento por el alcalde Cristian Pozo Parraguez y los concejales Sofía Yávar Ramírez, Danilo Robles Cáceres, Héctor Cornejo Galarce, Mario Morales Cárceles, Tobías Acuña Csillag y José Luis Cabrera Jorquera, ya que este respaldo es importantísimo para avanzar en nuestra misión de preservar y promover la rica historia y el patrimonio cultural de esta comuna.
Memoria Pichilemina, fundada el 30 de abril de 2013 por Diego Grez Cañete, retorna fortalecida gracias al apoyo de la Fundación Cultural Región de Colchagua y la Ilustre Municipalidad de Pichilemu. Este relanzamiento, que llega el 8 de enero de 2025 tras casi 11 años fuera de operaciones, simboliza un nuevo impulso en la preservación y difusión de la memoria histórica de la capital provincial de Cardenal Caro, Pichilemu.
Memoria Pichilemina está de vuelta. Es un homenaje a nuestra historia y una promesa de futuro para las nuevas generaciones, representando una invitación a los habitantes de Pichilemu y sus alrededores a explorar su pasado, comprender su presente y construir juntos un futuro donde el patrimonio cultural sea un pilar central del desarrollo.
Este artículo fue confeccionado en base al libro “Diez años de El Marino”, publicado en 2023.